martes, 3 de marzo de 2009

"Días como éste", primera novela de Juan Carlos García Aranda

Queremos dar la bienvenida al nuevo título publicado bajo el sello de Letra Clara, Días como éste, una novela divertida, transgresora, llena de humor y un buen bálsamo para aparcar durante un rato los problemas que nos agobian.

Su autor, Juan Carlos García Aranda, ha sido tan amable de contestar a algunas preguntas a raíz de la salida a la venta de su primera obra.

"Días como éste" relata las andanzas de un joven soltero durante un verano en la ciudad. Este libro ¿está escrito desde la añoranza de los tiempos despreocupados de la juventud?

Añoranza de la despreocupación. Creo que la vida nos chantajea con una exigencia exagerada; tenemos que estar preocupados por algo el 95% del tiempo. Trato de revindicar que necesitamos salir de esa opresión, que recordemos que la vida siempre va a terminar de la misma forma accedamos o no a su chantaje.

La acción transcurre en los últimos años de la década de los 90. ¿Cree que la juventud actual es diferente de la de entonces?

El gusto de conducir la vida tan rápido como puedas es el mismo, lo único que cambia es que ahora los “coches” tienen más potencia.

El libro mantiene en general un tono jocoso, aunque entre tanto "caos" en el que sitúa a los protagonistas, ¿no cree que hay un punto de desesperanza, de búsqueda de ideales, muy propia por otro lado de la edad previa al momento en que se "sienta la cabeza"?

Desesperanza, sí. En realidad los ideales están ahí y si nos empeñamos en buscarlos es porque somos reacios a encontrarlos. Llega el momento en que necesitas ideales, pero te preguntas ¿para qué los necesito realmente?

Hay quien dice que todas las novelas hablan de una u otra manera del amor. ¿Hasta qué punto ese factor es determinante en su historia?

Cuando tratamos de explicar el amor echamos mano de todos los sentimientos. Es como los ingredientes de un guiso. Un guiso tiene ciertas cantidades de sal, pimienta, agua, cebolla… El amor no deja de ser un guiso con sus ingredientes: cariño, deseo, celos, envidia, esperanza… Toda historia con personajes que se cruzan entre ellos tiene su propio “guiso” de amor con sus ingredientes.

En su aspecto formal, la novela se sustenta principalmente en el diálogo. Incluso mientras se lee da la sensación de estar viendo una película o una obra de teatro. Durante su escritura, ¿estuvo influenciado por este hecho?

Sí, totalmente. Los diálogos de las películas clásicas eran mágicos. Aunque la novela está narrada en primera persona, en muchas escenas yo no me metía en la acción dentro del protagonista, sino que estaba sentado en un cine viendo una película y haciéndole a éste actuar, viendo cómo quedaba en la pantalla. Siempre ha habido esa otra personalidad por encima del protagonista que ha rodado muchas tomas de cada escena.

Quisiera volver al lado humorístico del libro. ¿Qué importancia da a este hecho en estos tiempos de "hecatombe económica" que parece que estemos viviendo?

Es difícil ahora mismo dar a algo más importancia que a la economía. El humor no es nunca lo más importante, pero sí que debería estar siempre en la mesilla de noche, a mano, para beber un buen trago.

Ésta es su primera novela publicada. ¿Cómo concibe la escritura dentro de su vida?

Ahora mismo es algo con lo que disfruto. Todo el mundo debería escribir en una hoja en blanco “El perro caminaba despacio arrastrando una pierna…” y seguir a partir de ahí, porque lo que pasa a continuación es algo muy especial.

Entre sus gustos literarios, destaca a autores como Le Carré, Coetzee o McCarthy. Como lector, ¿qué busca en la literatura?

Personajes, esos seres que casi los puedes tocar, párrafos que expresan exactamente en diez palabras cosas que piensas que no se pueden expresar con menos de cien.

¿Qué espera de su futuro como escritor? ¿Está escribiendo en la actualidad?

Ahora mismo estoy retomando un proyecto que tenía algo olvidado y que espero sacar adelante. Depende de cómo me encuentre con él…

Desde Letra Clara, queremos desear la mayor de las suertes a Juan Carlos y os animamos a todos a que degustéis Días como éste. Seguro que no os defrauda.